Este es el relato de las más grandes irresponsabilidades conocidas por el hombre en el ambito laboral. Es el relato de 3 personajes entrañables que se instalarán en su memoria para siempre.
Todo sucede en una galaxia muy muy cercana, en una agencia de publicidad.
Toda semejanza con la realidad es pura coincidencia.
1: "El Pelado"
Un verano tuvo que controlar un evento de fin de semana en la Costa Atlántica y se tomó todo el mes en el stand de Mar del Plata. Por supuesto, no era necesario y lo hizo con auto alquilado por la agencia. Al volver, se tomó sus días de vacaciones (sus 3 semanitas).
A su retorno, sólo aparecía para fumar en la vereda. Los estudios indican un 95% de tiempo en la vereda fumando, 5% de tiempo en la oficina tratando de ver quién lo acompañaba a bajar nuevamente. Algunos dirán que se exagera con los porcentajes, otros creerán y se maravillarán.
Fue despedido telefónicamente (obvio). Nunca se supo si realmente se la estaba buscando o el despido lo tomó por sorpresa. Una incógnita.
2. "El Sapo"
La característica central de este carácter, es el desparpajo total. Su falta de escrúpulos en lo referente a la mentira lo hace un serio competidor en cualquier categoria que el lector quiera proponer.
El Sapo no sólo faltaba sino que además apagaba el celular al hacerlo, lo cual le daba a sus faltazos un tono algo trágico, porque realmente nadie sabía donde estaba y por qué no había venido. Esto generaba cierta preocupación. El efecto "preocupación" alteraba misteriosamente la psiquis de sus jefes y estos olvidaban rápidamente las ausencias. El sapo, a sabiendas de sus poderes, llegaba siempre como si nada.
El final de "El Sapo" merece un parrafo aparte.
Un día.... este fantástico batracio decidió que no quería laburar más, por tanto, adoptando una estrategia al estilo Greenpeace decidió hacer resistencia pacifica en su puesto laboral. Peso muerto. No atender el teléfono ni contestar mails. Su intención era claramente renunciar pero prefirió que lo hagan por él.
El sapo extendió los limites del "despido sin causa".
Luego de un brevisimo tiempo, logró una salida limpia y por supuesto indemnizada.
3. "Pastrul"
El más honesto de los personajes. Se dice que dijo en repetidas oportunidades a su jefe "Rajame, no me importa".
Su teoría central era que una "falta por enfermedad" era creíble sólo si superaba los 3 días (había un punto cierto, rara vez alguien se enferma sólo 1 día). Obviamente esta teoría fue puesta en practica al menos 1 vez por mes durante su estadía en la empresa, lo que daba un claro resultado: trabajar 3 semanas por mes.
Un día cualquiera Pastrul fue despedido. Fue liberado.
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